Tras un partido duro, exigente y disputado, la batalla sigue abierta para ver quién gana la guerra. Pero el último asalto será en Pamplona y nuestro equipo estará arropado por la afición y por 3.500 almas que van a abarrotar el Anaitasuna el próximo sábado a las 19.15 horas. Una vez más, Itxako Reyno de Navarra no ha fallado ha nadie, demostrando estar preparadas para pelear con las más grandes.
El objetivo de Ambros era parar el ritmo frenético de las noruegas desde el principio y lo ha conseguido en los minutos iniciales. Han sido momentos de mucha tensión, de nervios, ante un partido como nunca habían jugado nuestras jugadoras. Sin embargo, Ambros ha sabido templar los nervios amarillos y eso se ha notado.
Los primeros parciales, de hecho, ya han sido para Itxako Reyno de Navarra. Las noruegas intentaban correr, pero nuestro equipo ha sido capaz de cometer pocos errores ofensivos y hacer rápidas transiciones defensivas. Eso ha propiciado que el control de partido tuviera control amarillo.
No ha sido hasta el minuto 22 hasta cuando las locales han sido capaces de correr un poco e igualar el marcador a 7 goles. Sólo entonces Larvik ha sido capaz de ponerse por delante en el electrónico, pero no conseguía el control del ritmo del encuentro. De hecho, poco duró la ventaja local, ya que al descanso el resultado fue de 8-9 para las de Ambros Martín.
Las cosas han cambiado en el inicio de la segunda parte, ya que Larvik ha mejorado en el ataque posicional, lo que les ha permitido igualar fuerzas con Itxako Reyno de Navarra y tomar ventajas, aunque eran mínimas y momentáneas. Pronto la defensa navarra ha vuelto a controlar las intentonas noruegas.
La primera ventaja de las locales de más de un gol ha coincidido con un par de errores tontos de nuestras jugadoras. Ha sido en el minuto 41 y era la primera vez que las noruegas se sentían un poco cómodas con su juego. Ambros ha tenido que pedir un tiempo muerto para cambiar el signo del partido.
Y lo ha conseguido en parte. Itxako no conseguía fluidez en ataque estático, pero iba mejorando el balance defensivo. Larvik había conseguido una renta de 2-3 goles y el electrónico parecía asentarse en esos guarismos. Sin embargo, las noruegas jugaban más fácil entonces.
La salida de Adriana ha sido importante, ya que ha tenido varias intervenciones que han mantenido al equipo en el partido en los mejores momentos noruegas. El sufrimiento ha sido total en los minutos finales, donde los nervios han salido a flote en los dos bandos. Finalmente, el 23-21 deja todo abierto para Pamplona.
fuente:itxako.com
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