E. Ojeda | 14/05/2011
Estella se traslada hoy a Pamplona, porque el Itxako llenará el Pabellón Anaitasina (4.000 espectadores) en esta cita con la historia (19:15 horas): es su primera final de la Champions, tiene que remontar dos goles ante el Larvik noruego (21-23) y sería el segundo equipo español en llegar tan alto tras el triunfo del Valencia en 1997.
"Tenemos opciones, pero el resultado es engañoso. Debemos jugar mejor que en Noruega para tener opciones de remontar, y ser muy pacientes", asegura Ambros Martín, el entrenador del equipo estellés, que juega en la capital navarra dado que la EHF no homologa la cancha de Lizarrería para la final. Para el entrenador del Larvik, Tor Moen, "una final igualada como esta engrandece la lucha por la Champions, y es como tiene que ser entre dos finalistas europeos", y por eso se siente "satisfecho con la victoria lograda en el Larvik Arena", y apunta que ha estudiado el primer partido de la final, y para hoy espera "haber corregido los errores del primer encuentro", aunque Ambros no cree "que vaya a presentar grandes novedades. Habrá que evitar sus goles de contraataque, sin fallar pases y controlando y seleccionando bien los lanzamientos a su portería".
En las filas del Itxako Nerea Pena, por ejemplo, criticó en Twitter que Teledeporte no tuviese la sensibilidad de ofrecer el partido en directo: "Vergonzoso. Esto se pasa de madre. ¡Igualdad!"
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