Nuevo triunfo de las chicas de Ambros Martín tras deshacerse de un complicado rival como Elche Mustang (17-31). La pista del pabellón de Carrús se preveía como un lugar difícil de asaltar y así ha sido. Ambos conjuntos han llegado al descanso empate tras una igualada primera mitad y las amarillas sólo han podido imponerse con el paso de los minutos. Esta victoria permite pensar ya en el partido del domingo contra Gyor en Hungría.
El inicio del encuentro no ha cogido de sorpresa a nadie, ya que las locales son un equipo complicado en su pista. Eso se ha traducido en una salida muy fuerte de las ilicitanas que han llegado a colocarse 3-1 arriba en el electrónico, con una muy buena defensa y con pocos errores en ataque.
La reacción navarra parecía cuestión de tiempo, pero ha pasado bastante hasta que lo han conseguido. Los primeros treinta minutos han sido favorables para las locales, al menos en lo que se refiere a las sensaciones. Han llegado al tramo final de la primera mitad con ventaja, 12-10, pero Asfi Itxako ha sido capaz de llegar a igualar el marcador al descanso y situarlo en 12-12.
La segunda mitad ha sido otra historia. Las de Ambros han salido centradas y han querido solventar el partido cuanto antes. No han dado opción a las ilicitanas y han comenzado a abrir brecha de modo imparable. La defensa visitante ha empezado a carburar como sabe y eso ha hecho que el Elche Mustang haya sufrido horrores para anotar, hasta el punto de anotar sólo cuatro goles en los primeros 25 minutos de la reinundación.
El rodillo de Asfi Itxako ha sido una realidad. Los goles iban cayendo con trasformaciones de todo tipo, pero principalmente aprovechando las buenas defensas para anotar a la contra. Un parcial de 4-14 he obligado al técnico local a pedir un tiempo muerto en el último tramo del partido, ya que el equipo estaba fundido y quería para la sangría ilicitana.
El resultado final, 17-31, refleja la superioridad navarra en la segunda parte, con un parcial de 5-19 que simplemente ha roto cualquier tipo de sueño del Elche Mustang. Ya es momento para pensar en Champions y el Gyor, un partido a vida o muerte el que se jugará el domingo en Hungría.
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